jueves, 5 de noviembre de 2009

Interludio Primero


–Cariño. ¿Te puedo hacer una pregunta?
–Claro Sole –le respondí.
­–¿Te has planteado alguna vez tu transformación?
­–¿Qué?
¿A qué venía eso?
–En vampiro, ya sabes...
Busqué en silencio las palabras adecuadas antes de responder:
–La verdad es que sí, hace poco. Pero no creo que sea conveniente. De todos modos no mejoraría mi vida en nada.
–No opino lo mismo. Piensa que podrías librarte del envejecimiento, y hasta cierto punto podrías burlar la muerte.
–¿Y qué tiene eso de bueno?
Sole quedó paralizada. La juventud eterna es para ella, así como para la mayoría de la gente, un beneficio tan evidente que su sola pronunciación resulta perogrullesca. Pero comprobó que yo hablaba completamente en serio. Intentó expresarme su postura como bien podía:
–Piensa que no sufrirías achaques, podríamos estar juntas durante mucho más tiempo y serías más fuerte.
–Para empezar, creo que ya tengo bastante fuerza. Demasiada de hecho. No creo que sea bueno en absoluto tener más. Además, me parece que el envejecimiento es el proceso más natural, el camino más firme a la experiencia, y lo quiero seguir. No puedo creerme que mi vida vaya a ser eterna del mismo modo que no creo en la muerte como desaparición del mundo.
–¿Cómo dices? Creía que eras atea.
–Pero no creer en un determinado dios no implica necesariamente creer o no en nuestra naturaleza. Después de todo, ¿de qué estamos hechos todos los seres?
Sole empezó a mostrarse interesada por la conversación. Cuando yo comenzaba a hablar de metafísica reducía el universo a unos esquemas tan simples que parecía insultante acompañarlos de un "¿lo has entendido?" Así que me animó a seguir.
–Según la física, de materia y energía.
–¿Y alguna de las dos se crea o se destruye?
Sole vio ya por dónde quería ir.
–No, se transforma...
–Así que nosotros en realidad no surgiríamos de la nada, ¿cierto?
–Verdad.
–Y por lo tanto...
–Tampoco vamos a la nada. Es una reflexión curiosa, ¿se te ha ocurrido a ti sola?
–No, el matemático y experto en metafísica aplicada David me ayuda con mi tesis. ¿Qué te parece?
–Vale, guárdate el sarcasmo. ¿Entonces eso es un "me lo pensaré?
–Eso es un "NO", cariño.
–Está bien, supongo que no importa.
Lo cierto es que Sole quedó un poco pisada por esa conversación. Esperaba que me dejara transformar para así poder estar juntas tantos años como fuera posible. Sin embargo lo asumió con rapidez y no me mostró que le diera especial importancia al hecho.
Los días pasaron.

No hay comentarios: